Guía Nº 6. Usando el conocimiento para mejorar la incidencia


Muchas organizaciones reconocen que –tarde o temprano– necesitarán profundizar la manera en que miden su impacto en términos de incidencia política. Es cierto que son múltiples los desafíos que implica hacerlo: desde la escasez de recursos específicos y conocimiento interno para este tipo de ejercicio hasta la reconocida dificultad para medir el grado de incidencia en la generación de una política pública. Además, son pocas las experiencias concretas (positivas o negativas) que se socializan entre pares en este campo. Sin embargo, también son muchas las razones para encarar un proceso de M&E. La serie “Cómo monitorear y evaluar la incidencia en políticas públicas” invita a hacer un recorrido por las oportunidades y desafíos de esta práctica, abordando herramientas concretas para desarrollarla el interior de las organizaciones

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