Pensamiento visible: rutinas para enseñar a pensar en la escuela

¿Es posible usar rutinas de trabajo en el aula para desarrollar el pensamiento visual y promover el aprendizaje curioso y profundo?

¿Qué pasaría si la escuela nos enseñara desde la primera infancia a pensar en profundidad en todos los campos del conocimiento? ¿Cómo sería una clase en la que los estudiantes fueran haciéndose conscientes y cada vez más dueños de su propio proceso de pensamiento?

Pensamiento visible es un proyecto de investigación y desarrollo didáctico que forma parte del Proyecto Zero, de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard. Propone una serie de protocolos sencillos de trabajo para el aula (llamados “rutinas”) para fomentar el pensamiento profundo en niños de jardín de infantes hasta el final de la escuela secundaria.

La clave de este proyecto es la construcción de una “cultura del pensamiento” en el aula y sostenida por toda la escuela. A través de herramientas muy simples y con actividades breves, se busca el desarrollo de la curiosidad, la comprensión profunda y la argumentación basada en evidencias como objetivos de aprendizaje transversales a todas las disciplinas.

¿Cómo funciona?

El proyecto incluye una colección de rutinas para el aula, que consisten en una serie de preguntas y consignas para llevar a cabo con los estudiantes. Son protocolos de trabajo breves y simples que cada docente selecciona y adapta en función de los sus objetivos de enseñanza y su grupo particular de estudiantes.

Se espera que los docentes puedan usar estas actividades como parte de la cultura de trabajo de sus aulas, es decir, de manera frecuente y para la enseñanza de distintos contenidos.

Las rutinas se organizan de acuerdo a las cuatro disposiciones que se busca generar en los estudiantes: comprensión, justicia, búsqueda de la verdad y creatividad. Todas comparten las siguientes características:
● Están orientadas a un objetivo de aprendizaje
● Se pueden usar una y otra vez en el aula
● Consisten en muy poquitos pasos
● Son fáciles de aprender y enseñar
Algunos ejemplos de rutinas son:
1. ¿Qué te hace decir eso? (rutina para interpretar y justificar).
2. Pensar-Cuestionar-Explorar (rutina para profundizar y abrir la indagación).
3. Pensar-Juntarse-Compartir (rutina para razonar y explicar).
4. Círculos de Puntos de Vista (rutina para explorar distintas perspectivas).
5. Solía Pensar – Ahora Pienso (rutina para reflexionar sobre los cambios en nuestro pensamiento)
6. Ver-Pensar-Preguntar (rutina para explorar estímulos visuales).

Referencias

En palabras de David Perkins (2003), líder del proyecto, el pensamiento es en general invisible. Y enseñar a pensar implica hacerlo visible de manera sostenida: “Considere cuán a menudo lo que aprendemos refleja lo que otros hacen alrededor. Observamos, imitamos y adaptamos lo que vemos a nuestros propios estilos e intereses. Ahora imagine aprender a bailar cuando los que bailan a su alrededor son invisibles (…) Tan extraño como esto pueda sonar, algo muy cercano a ello ocurre todo el tiempo en un área muy importante del aprendizaje: aprender a pensar”.

Fuentes
Perkins, D. (2003). Making Thinking Visible. Disponible en: http://www.pz.harvard.edu/sites/default/files/MakingThinkingVisible_DP.pdf Ritchhart, R. y Perkins, D. (2008). Making Thinking Visible. Educational Leadership 6 (5), 57-61.
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