Rotación en la clase

La rotación combina en forma simultánea diversos modos de agrupamientos y actividades de los estudiantes, puede complementarse con el uso de TIC.

El Modelo de Rotación puede incluir en cualquier curso o asignatura en la que los estudiantes giren entre diferentes modalidades de aprendizaje, al menos una de las cuales es el aprendizaje en línea. Lo más común es que los estudiantes roten entre el trabajo en grupos pequeños, las asignaciones de lápiz y papel en sus pupitres, y el aprendizaje en línea. También pueden alternar entre el aprendizaje en línea y algún tipo de debate o proyecto de clase entera. La clave es que el maestro (o el reloj) anuncie que ha llegado el momento de pasar a la siguiente actividad asignada en el curso.

Puede implementarse en cualquier asignatura del currículo vigente de cualquier nivel del sistema realizando el trabajo que se propone desde la perspectiva de esa asignatura. Es útil en educación especial y también es muy aceptado en el nivel secundario y educación de adultos. Una de sus características más destacadas es que cuestiona la forma clásica de trabajar en clase y ofrece un formato flexible que permite incluir diversas innovaciones más o menos profundas según se requiera. Además, habilita una alta personalización del aprendizaje.

¿Cómo funciona?

De las muchas formas posibles que puede adoptar el modelo de rotación son, se destacan la rotación en estaciones, en el aula de computación, aprendizaje invertido y rotación individual. En la primera, los estudiantes rotan a través de las modalidades dentro de un aula o de un conjunto de aulas. Puede haber estaciones basadas en tecnología, enseñanza directa de un maestro o incluso una variedad de actividades que pueden incluir lectura modelada e independiente, trabajo con libros, o tareas de lápiz y papel, tutoría individual, etc. Otras ‘estaciones’ pueden incluir trabajo en grupos pequeños, proyectos, juegos, tarjetas flash, y una lista de posibilidades casi interminable.

La rotación en el aula de computación es muy similar a la rotación en estaciones, excepto que en esta los estudiantes cumplen la parte de aprendizaje en un laboratorio de computación en lugar de estar en el aula. Un beneficio de este modelo es que incentiva el uso del laboratorio de computación integrado a la enseñanza y que libera el espacio del aula para otras actividades dentro del modelo de rotación. Se puede agregar rotación de estudiantes mayores que asistan a los menores en las tareas en el laboratorio.

En un aula de aprendizaje invertido los estudiantes aprenden el contenido de la lección fuera de la escuela a través de la computadora y usan el tiempo de clase para un aprendizaje activo en lugar de lecciones pasivas. Por ejemplo, pueden usar de las lecciones en línea fuera del tiempo de clase y luego hacer tareas durante el horario de clase, recibiendo retroalimentación del maestro. Este modelo ayuda a asegurar que los estudiantes participen activamente en el aprendizaje durante el tiempo que están en el aula, que es una de las razones por las que es una propuesta favorita en las escuelas secundarias.

En la rotación individual los estudiantes se mueven a través de una variedad de diferentes modalidades de aprendizaje, personalizadas para cada estudiante, de acuerdo con sus necesidades individuales. Este modelo es flexible, lo que libera a los estudiantes de tener que moverse en grupo en cada etapa de su curso y en su lugar les permite trabajar de la manera que mejor satisfaga sus necesidades en cualquier punto dado. Los maestros están disponibles para aclarar o ampliar la información aprendida en línea y proporcionar apoyo.

Referencias

Los modelos de rotación no son nuevos en educación. En este caso, se destaca el potencial que el componente tecnológico aporta para la configuración de espacios híbridos que habiliten espacios flexibles de aprendizaje.

Fuentes
Heather Staker y Michael B. Horn: BLENDED: Using Disruptive Innovation to Improve Schools, Jossey Bass, San Francisco, 2015.
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