Publicado el 11 de diciembre de 2025

Las olas de calor se han vuelto más frecuentes, intensas y prolongadas en distintas regiones del país, siguiendo la tendencia global. Estos eventos afectan la salud y el bienestar de la población, especialmente de las personas mayores y de quienes enfrentan condiciones de vulnerabilidad social, sanitaria o ambiental. En ese contexto, CIPPEC, con el apoyo de Wellcome Trust, realizó una capacitación virtual a periodistas, brindada por Matilde Rusticucci, doctora en Ciencias de la Atmósfera e investigadora principal del CONICET; Francisco Chesini, magister en Salud Pública becario doctoral del CONICET; y María Victoria Boix, licenciada en Estudios Internacionales e investigadora principal de Estado y Gobierno de CIPPEC. La iniciativa buscó que los periodistas cuenten con información rigurosa, clara y basada en evidencia, además de insumos útiles, para que puedan comunicar el riesgo frente al calor responsablemente.

El calor extremo es un riesgo sanitario subestimado. La Organización Meteorológica Mundial lo identifica como el fenómeno climático más letal a nivel global; muchos expertos lo llaman un “asesino silencioso”: mata a más de 546.000 personas por año y aumentó un 23% desde los años 90.

“Desde 1960, las olas de calor son cada vez más frecuentes en nuestro país. En la Ciudad de Buenos Aires (CABA), 19 de los últimos 20 veranos tuvieron al menos una ola de calor. En la Ciudad de Mendoza, los días en olas de calor se triplicaron en la última década respecto al período 2000-2010″, ejemplificó Matilde Rusticucci.

El impacto del calor extremo no es homogéneo: las personas mayores, quienes padecen enfermedades crónicas, personas con discapacidad o electrodependientes, gestantes y lactantes, personas en situación de calle, los niños/as pequeños/as, personas que trabajan al aire libre o hacen actividad física muy intensa y quienes viven en viviendas muy calurosas o en barrios con infraestructura deficiente son especialmente vulnerables.

Es fundamental promover la prevención. La Cruz Roja destaca que simples medidas, como una buena hidratación y acceso a ambientes frescos, reducen significativamente el riesgo de hospitalización en personas mayores.

“En las cinco ciudades más pobladas de Argentina (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán), las personas tienen entre 8% y 25% mayor riesgo de morir cuando hay una ola de calor. Además, existen otros impactos menos visibles como la infertilidad masculina, partos prematuros, bajo peso al nacer, desnutrición infantil, entre otros”, especificó Francisco Chesini.

Se necesitan planes de acción claros y actualizados: sistemas de alerta temprana comprensibles para la población, protocolos para hospitales, escuelas y hogares de mayores, y una coordinación eficaz ante emergencias. Según la Organización Panamericana de la Salud, las ciudades que cuentan con estos mecanismos reducen la mortalidad en olas de calor hasta un 50 %.

Desde CIPPEC, con el apoyo de Wellcome Trust, venimos trabajando en un proyecto para reducir el impacto del calor extremo en la salud de las personas mayores en seis de las ciudades más pobladas del país: Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, San Miguel de Tucumán y Resistencia.

“Nuestro objetivo es fortalecer la preparación frente al calor extremo: generar evidencia local para entender mejor el riesgo y trabajar con gobiernos y comunicadores para transformar esa información en acciones concretas que protejan la salud de las personas mayores y de quienes más lo necesitan”, explicó María Victoria Boix.

La comunicación puede salvar vidas. Por eso, desde CIPPEC ponemos a disposición contenidos diseñados para comprender el calor extremo como un riesgo real y creciente, y para ayudar a transformar información en acción. Este espacio reúne evidencia, herramientas y recursos prácticos (guía para comunicadores e infografías) para mejorar la preparación y la respuesta frente al calor extremo .