#40D: Fortalecer las capacidades institucionales

Desde el retorno a la vida democrática en el año 1983, un rasgo de institucionalidad merece ser destacado por sus positivos efectos: la consolidación de un modo de vida respetuoso del voto ciudadano como método para dirimir intereses muchas veces divergentes. No obstante, aún hay camino por recorrer en dos planos sustantivos de la institucionalidad de la vida pública argentina: por un lado, lo relacionado con la representación política y el modo de elegir a nuestro/as representantes; por el otro, lo vinculado a las capacidades estatales, factor crítico para traducir las decisiones en acciones concretas que logren ser implementadas y evaluadas para su mejora continua.

Estos desafíos derivan en las siguientes propuestas: 

• Aprobar y poner en marcha la Boleta Única en papel, con el propósito de aumentar la transparencia y hacer más eficiente el fundamental proceso electoral.
• Fortalecer el funcionamiento de la Jefatura de Gabinete de Ministros, por ejemplo, en materia de coordinación de políticas públicas, monitoreo y evaluación de metas estratégicas.
• Aumentar la calidad del desempeño de la función pública, con especial énfasis en la alta dirección técnica y política del Estado.
• Consolidar un apropiado sistema de información orientado a ser la base de una gestión pública estratégica, acorde a los avances tecnológicos y con coherencia entre la producción, difusión y uso de la evidencia generada.