Transformaciones urbanas y salud fiscal de la Ciudad de Buenos Aires en la postpandemia

Publicado el 13 de noviembre de 2025

Este estudio analiza el impacto de la pandemia de COVID-19 en las dinámicas urbanas y fiscales de la Ciudad de Buenos Aires, con un foco en las transformaciones del microcentro. A través de un enfoque metodológico mixto que combina análisis de datos cuantitativos, revisión de literatura internacional y entrevistas con actores clave, la investigación distingue entre cambios transitorios y estructurales, identificando desafíos y oportunidades para la revitalización de esta área. El estudio fue realizado con el apoyo del Instituto Lincoln de Políticas de Suelo, en el marco de su llamado 2024 para investigaciones sobre salud fiscal municipal y políticas de suelo.

La pandemia acentuó problemas previos en el microcentro. Aunque se implementaron iniciativas para reconvertir oficinas en viviendas, estas enfrentaron obstáculos como altos costos y complejidades regulatorias.

En términos de movilidad, los viajes al microcentro disminuyeron de manera persistente debido al teletrabajo, afectando especialmente el uso del transporte público, en particular las líneas del subterráneo que conectan barrios de mayores ingresos. En el mercado inmobiliario, los precios residenciales cercanos al microcentro cayeron durante la pandemia, aunque esta tendencia fue temporal y se revirtió hacia 2022. Por el contrario, las oficinas enfrentaron un aumento de la vacancia, con un desplazamiento de la demanda hacia zonas periféricas mejor equipadas.

Desde el punto de vista fiscal, la ciudad mostró resiliencia. La recaudación del impuesto sobre ingresos brutos, que representa el 70-80% de los ingresos tributarios, se recuperó rápidamente. Paradójicamente, el impuesto inmobiliario no se vio afectado. Si bien presenta menor relevancia en la estructura fiscal (6% de los ingresos), éste ya mostraba una tendencia decreciente antes de la pandemia, atribuida a cuestiones de diseño tributario.

El estudio concluye que, aunque la salud fiscal de la ciudad no se vio comprometida, el microcentro enfrenta desafíos estructurales profundos. Revitalizarlo requerirá políticas integrales que diversifiquen sus usos, mejoren la conectividad y fortalezcan su sostenibilidad fiscal, abordando los problemas estructurales que la pandemia expuso.

Midiendo el impacto de una reforma integral del sistema previsional en Argentina

Publicado el 5 de noviembre de 2025

 

El corazón del sistema educativo: políticas para fortalecer la profesión docente

Publicado el 10 de septiembre de 2025

Fortalecer la docencia es indispensable para la mejora educativa. La evidencia sobre el impacto de la enseñanza en la calidad del aprendizaje es abrumadora. Países y estados subnacionales que han logrado mejoras sistémicas y sostenidas en los aprendizajes han apostado por reconocer el valor social de la docencia y mejorar las condiciones de trabajo, la formación, la carrera y el desarrollo profesional de los docentes. Hoy Argentina enfrenta serios desafíos en materia educativa: apenas el 13% de los estudiantes llega al último año de la educación secundaria en la edad teórica con los aprendizajes esperados de lengua y matemática. Como lo muestran las evaluaciones nacionales e internacionales, las dificultades en los aprendizajes comienzan en el nivel primario. Este diagnóstico crítico es un obstáculo para el desarrollo de las personas y un punto de partida adverso para proyectar un país desarrollado, justo y próspero. Lo cierto es que las mejoras educativas necesarias soólo podrán encararse fortaleciendo a los docentes, quienes día a día les dan vida a las aulas.    

Este documento es una invitación para abrir una discusión sistemática sobre la cuestión docente. Como cualquier mejora, debe construirse sobre lo existente y partir del contexto actual. La primera sección presenta un diagnóstico sobre el estado de la docencia en sus dimensiones clave: condiciones laborales, formación inicial, formación continua y carrera profesional.   

La docencia es el corazón del sistema educativo, pero hoy está en jaque en buena parte del mundo. Las crecientes desigualdades sociales y el avance de la pobreza infantil, el cuestionamiento de las instituciones, la seducción de las pantallas y la inteligencia artificial, la violencia y discursos de odio, los trastornos psíquicos en aumento combinados con condiciones laborales insuficientes impactan directamente sobre la profesión docente. Síntoma de ello es que a nivel global la tasa de abandono de la profesión casi se duplicó en los docentes de primaria entre 2015 y 2022.  

Esta realidad también se manifiesta en el plantel de aproximadamente 1.200.000 docentes que hay en Argentina. Un componente fundamental del trabajo docente como es el salario hoy tiene un valor real inferior al de 2005, año de la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo, donde se promovía, entre otras cosas, su recomposición. La comparación internacional y con otras profesiones muestra que los docentes argentinos están en una posición de desventajasaventajada, lo cual refleja el débil estatus social de la profesión. Además de la fragilidad salarial, el ejercicio de la docencia se desarrolla en escuelas con déficit de infraestructura, escaso margen para la colaboración entre pares, un clima de trabajo problemático y escenarios de violencia y el trabajo en múltiples escuelas (sobre todo en el nivel secundario). Todo esto impacta en la vida cotidiana de las aulas, donde los docentes deben lidiar con demandas sociales crecientes que exceden su rol pedagógico.   

La formación inicial es un pilar irremplazable en el desarrollo de conocimientos, capacidades y disposiciones esenciales del trabajo docente. Las más de 1300 instituciones que dictan formación docente configuran un sistema sobredimensionado y fragmentado, con importantes desafíos de coordinación, planeamiento, eficiencia y eficacia. Por un lado, el 55% de los estudiantes abandonan la carrera en su primer año y 4 de cada 10 estudiantes del último año tienen dificultades de comprensión lectora lo cual refleja desafíos en el rendimiento del sistema. Por otra parte, la ausencia de una planificación ajustada a las necesidades de la educación obligatoria se observa tanto en la cantidad y distribución de instituciones, como en las ofertas que brindan los profesorados registrando superposiciones en algunas carreras y vacancias en otras. Los diseños curriculares, modelos de formación y peso de las prácticas profesionales difieren mucho entre las instituciones universitarias y los institutos de formación docente sin que hayan podido establecerse denominadores comunes y articulaciones en beneficio de la calidad, la pertinencia y homologación mínima de las carreras. A su vez, el Estado Nacional, a través del Instituto Nacional de Formación Docente no ha logrado desarrollar mecanismos eficaces para mejorar el planeamiento y la calidad del sistema formador mediante la evaluación y acreditación.  

 La formación continua, fundamental para el desarrollo profesional docente, presenta una gran dispersión y heterogeneidad. En las provincias, la oferta de formación continua es dictada por los ministerios de educación junto a una gran variedad de instituciones y no cuenta con sistemas robustos para evaluar y acreditar la calidad de las propuestas ofrecidas por agentes externos, lo que dificulta garantizar su alineación con las prioridades educativas y un impacto real en la enseñanza y el aprendizaje. De esta forma, se configura un mercado de ofertas dispersas, discontinuas, de calidad y pertinencia heterogénea, enmarcadas en el sistema de puntaje que estructura la carrera docente. Iniciativas de formación situada especialmente valoradas por los docentes han tenido un impacto limitado por la discontinuidad de las políticas y por la falta de tiempo disponible para capacitarse.   

La carrera docente en Argentina ofrece limitadas oportunidades para el desarrollo profesional. Las reglas que rigen el ingreso y ascenso no reflejan criterios de equidad o mejora educativa. Por un lado, el ingreso generalizado a través de suplencias genera que, durante los primeros años de ejercicio profesional, cruciales en términos de inserción y formación, predomine la inestabilidad y el cambio constante de escuela y de equipo de trabajo. En nuestro país, la carrera docente se encuadra en el modelo de carreras de “primera generación”, donde priman los criterios de antigüedad y acumulación de certificación para el ascenso, que se realiza de forma vertical a cargos de dirección y supervisión, sin alternativas de ascenso horizontal.   

La sección final presenta lineamientos de política educativa como base para una discusión más amplia, urgente y prioritaria. Parte de la visión de que se requieren cambios estructurales en las distintas dimensiones de las políticas para la docencia, los cuales exigirán acuerdos, eficiencia presupuestaria, capacidades técnicas y tiempo. En ese sentido, propone:

1) Robustecer la gobernanza del sistema formador a través de sistemas de información, evaluación, acreditación, apoyo técnico sistemático y articulación integrados para toda la educación superior;

2) Reorganizar el sistema formador según criterios de eficiencia, eficacia y pertinencia;

3) Mejorar la calidad de la formación inicial en la dimensión pedagógica: currículum, preparación de los formadores y evaluación de estudiantes;

4) Promover el diseño de una carrera que ofrezca marcos de referencia que orienten la práctica y promueva mayores oportunidades de desarrollo profesional;

5) Fortalecer las condiciones laborales y el bienestar docente a partir de mejoras salariales y ambientes propicios para la enseñanza que permitan concentrar la función docente en tareas pedagógicas;

6) Recuperar el prestigio y reconstruir la autoridad pedagógica de los docentes a partir de un nuevo contrato social que ponga en valor la profesión docente.  

Estos lineamientos constituyen un aporte de CIPPEC en la construcción necesaria de un acuerdo para fortalecer la profesión docente El camino seguramente sea largo y sinuoso, pero es preciso iniciar la marcha ahora. Fortalecer la docencia no es tarea de un gobierno, ni de un sector, sino de un esfuerzo colectivo que involucre a autoridades políticas, docentes, estudiantes y a la sociedad en su conjunto. 

Manual de trabajo sobre masculinidades y consumos   

Publicado el 29 de agosto de 2025

CIPPEC presenta el manual de trabajo Masculinidades y consumos. Abordaje integral hacia una comunidad de cuidados, elaborado junto al Instituto de Masculinidades y Cambio Social (MASCs), con la cooperación técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través de su área de Género en Argentina.  

Se trata de una herramienta conceptual y pedagógica que invita a repensar los vínculos entre los mandatos de la masculinidad, la salud y los consumos problemáticos. A través de la presentación de un marco teórico-conceptual y con propuestas metodológicas y prácticas de implementación en  dinámicas grupales, el manual propone abrir espacios de reflexión colectiva sobre los mandatos de masculinidad y fortalecer comunidades basadas en el cuidado y la equidad.  

El documento parte de una premisa central: los consumos no pueden pensarse solo desde una mirada individual o médica, sino como un fenómeno social atravesado por desigualdades de género, económicas y culturales. Por eso plantea un abordaje integral y comunitario, donde las emociones, los vínculos y la construcción de proyectos de vida estén en el centro.   

La primera experiencia de implementación del manual se realizó junto al Gobierno de Santa Fe en la Casa de la provincia en CABA. Allí, cerca de 40 referentes —varones y mujeres— del Programa Nueva Oportunidad de la provincia participaron de un taller que permitió reconocer cómo los mandatos de género impactan en la vida cotidiana, y construir estrategias concretas para promover el cuidado y la equidad.   

Este encuentro es el punto de partida de un ciclo de talleres que continuará en Santa Fe en las próximas semanas, con el objetivo de seguir generando espacios de diálogo, transformación y construcción comunitaria. El proyecto cuenta además con el apoyo de la Agencia Francesa para el Desarrollo y la Embajada de Países Bajos. 

 

 

Desafíos sobre la enseñanza del Inglés en Argentina

Publicado el 14 de agosto de 2025

El Inglés es una competencia clave para desenvolverse en el mundo actual. Conocer el idioma, leer, expresarse y comunicarse es una puerta de  entrada al ejercicio de una ciudadanía global y a mayores oportunidades en el mercado de trabajo. Saber Inglés es un aporte al desarrollo cognitivo, social y profesional de las personas. Hoy en Argentina no existe una normativa de alcance federal que garantice la obligatoriedad del Inglés en todo el país, en tanto la Ley de Educación Nacional N° 26.206 indica la enseñanza de un “idioma extranjero”, sin priorizar uno de ellos. De todos modos, el Inglés se posiciona como la lengua adicional más popular.

En Argentina, la enseñanza del Inglés está extendida en el nivel secundario donde, según los últimos datos que hay disponibles (Relevamiento Anual, 2023), el 84% de los estudiantes acceden al idioma, mientras que en primaria, la cifra es del 54% y se observan importantes desigualdades entre las provincias y, a nivel agregado, por sector de gestión. La tasa de acceso a la enseñanza del Inglés de los estudiantes de escuelas primarias de gestión privada es del 74%, cifra que supera ampliamente al 46% que registran los estudiantes que asisten a escuelas de gestión estatal. En términos de evolución de la cobertura, en la última década se verifica un aumento de 7 puntos porcentuales en primaria y de 6 en secundaria.

Caracterizar el plantel docente de Inglés, esto es, conocer cuántos docentes hay en la actualidad, reconstruir sus recorridos formativos, así como saber qué opciones tienen quienes aspiran a ser docentes de Inglés son aspectos clave para completar el panorama sobre la enseñanza del idioma a nivel nacional. Existen, sin embargo, serias limitaciones en la disponibilidad y acceso a este tipo de información en nuestro país, lo que impide realizar este ejercicio a nivel agregado. Apenas podemos dar cuenta que hay 244 institutos de formación docente y  universidades que tienen profesorados de inglés en la Argentina.

Más allá de los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) establecidos en un acuerdo federal de 2012, no hay una política nacional orientada a la enseñanza del Inglés. Esto deja en manos de las jurisdicciones la decisión sobre su obligatoriedad, el grado/año de inicio de su enseñanza, la cantidad de horas, el enfoque pedagógico, entre otros aspectos. La revisión exhaustiva de los diseños curriculares del nivel primario y secundario revela una heterogeneidad entre las provincias con una diversidad marcada de  configuraciones en relación a las dimensiones de análisis. Algunas jurisdicciones establecen el Inglés como obligatorio desde el primer grado,  mientras que otras lo consideran optativo o extracurricular. En secundaria, la obligatoriedad también es diversa, con diferencias en la continuidad y progresión del aprendizaje. La carga horaria oscila entre 1 y 3 horas semanales, y los enfoques pedagógicos más utilizados son el comunicativo y el aprendizaje basado en tareas. Un desafío clave es la falta de alineación con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), lo que limita la posibilidad de establecer estándares de competencia unificados.

Para indagar con mayor profundidad en la problemática del Inglés en Argentina, es preciso realizar un análisis a nivel de las provincias. Por lo tanto, esta investigación avanzó en un trabajo de campo en Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Jujuy que incluyó el análisis de datos cuantitativos y entrevistas y grupos focales con autoridades jurisdiccionales, referentes en la enseñanza del idioma y docentes de Inglés de nivel primario y secundario. Los desafíos comunes que emergieron se relacionan con los déficit de base de  alfabetización en la lengua materna que dificultan el aprendizaje de una lengua extranjera; la débil articulación entre niveles y la diversidad de recorridos formativos disponibles en primaria que redundan en estudiantes que llegan con niveles bien distintos de Inglés a la secundaria; las dificultades para la cobertura de cargos y, en algunos casos, la ausencia de formación pedagógica en los docentes idóneos; la demanda de un mayor apoyo y acompañamiento por parte de los docentes a través de estrategias de formación continua, curaduría y entrega de materiales didácticos; la necesidad de fortalecer los dispositivos de monitoreo y evaluación de las políticas y de los aprendizajes.

Al mismo tiempo, el análisis en las tres provincias permitió identificar fortalezas y experiencias positivas la enseñanza del Inglés. Allí se destacan la existencia de un área especializada en la órbita de los ministerios de educación jurisdiccionales en tanto estructura de apoyo y promoción; una utilización virtuosa de los recursos digitales por parte de los docentes de área; la definición de metas de logro y el alineamiento a estándares internacionales como herramienta de orientación para docentes y autoridades; la identidad que reúne a los docentes de Inglés y la conformación de comunidades de aprendizaje como un activo para potenciar estrategias de política.

Hoy la enseñanza del Inglés está presente en la agenda de la Secretaria de Educación de la Nación, lo cual representa una oportunidad para promover la discusión a nivel federal. En ese sentido, este documento avanza en recomendaciones de política pública en distintas dimensiones. En términos de
gobernanza y capacidades estatales, se alienta la conformación de áreas especializadas en los ministerios provinciales y en el Estado Nacional, la interacción sostenida con otras áreas de gobierno, el intercambio a nivel federal, el fortalecimiento de los sistemas de información, orientado fundamentalmente a la caracterización del perfil docente y la conformación de espacios virtuosos de encuentro con el sector productivo, la academia y la cooperación internacional. En relación al plantel docente, se promueve una planificación estratégica de la dotación apoyada en estudios de la demanda actual y proyectada de docentes en el sistema educativo, la definición de incentivos para la elección y graduación de la carrera y la creación de programas de formación docentes accesibles y de calidad a través de distintos formatos en regiones con mayor déficit de profesores de Inglés. En términos del trabajo docente, se sugiere concentrar el trabajo docente en jornadas e instituciones específicas, ofrecer mejores condiciones  contractuales y alternativas de aprendizaje más pertinentes.

En lo que refiere al currículum, se propone producir o actualizar los diseños curriculares específicos de la enseñanza del Inglés, definir estándares claros por año escolar, acordes a los marcos internacionales y asegurar la alineación entre  los contenidos y estándares del currículum escolar y el de la formación docente inicial y continua. Finalmente, en relación a los procesos de enseñanza y aprendizaje, se recomienda desarrollar una evaluación sistémica de los aprendizajes, indagar con mayor profundidad sobre las prácticas de   enseñanza del Inglés en las escuelas, propiciar la continuidad y progresión de los aprendizajes, garantizar materiales necesarios (libros de texto, recursos digitales, equipamiento, guías de orientación) e intensificar la enseñanza del Inglés en la escuela secundaria.