Los desafíos de las deudas provinciales

Las políticas gubernamentales relacionadas con la deuda pública de las provincias se orientaron históricamente a la resolución de crisis fiscales. Si bien las regulaciones no alcanzan para garantizar la sostenibilidad de las deudas provinciales, para no repetir errores, hay que establecer un marco de exigencias. Un organismo fiscal federal, como el previsto en la Constitución Nacional y aún no creado, podría cumplir este rol.

El stock de deuda de las provincias fue de $ 240.000 millones a fines de 2015, lo que representa el 23,7% de los ingresos totales y el 4,2% del PBI del país. El peso del endeudamiento cayó paulatinamente en 2003-2015, pero con fuertes diferencias por provincia. Algunas presentan niveles de endeudamiento extremadamente bajos, donde la deuda no excede el 5 % del total de los recursos. En otras, estos indicadores superan el 40%. Por otra parte, los pasivos provinciales vienen dolarizándose.

La combinación de desequilibrio fiscal con la posibilidad de acceso masivo a nuevo financiamiento exige una política pública que impida un endeudamiento desmedido. Dado el federalismo fiscal argentino, las provincias gozan de una elevada probabilidad de rescates por parte del gobierno nacional, que actúa como prestamista de última instancia.

Las provincias regulan su endeudamiento a través de sus constituciones. Así, los límites cuantitativos y cualitativos difieren entre provincias y, en muchos casos, son difíciles de interpretar. Además, en casi todas las provincias también hay leyes de administración financiera que, si bien carecen de reglas numéricas sobre endeudamiento, incluyen la denominada “regla de oro” (los estados solo pueden endeudarse para financiar inversión, no para gastos corrientes), cuya aplicación en muchos casos está exceptuada por otras leyes o es incumplida. La regulación del endeudamiento provincial por parte del gobierno nacional opera más a modo de control procedimental que para asegurar la capacidad de repago y prevalece, en la práctica, sobre las normas provinciales.

Esta multiplicidad de normas hace que la autorización del endeudamiento provincial por parte del gobierno nacional sea difusa y discrecional. Además, la información fiscal se publica de forma diferente en cada provincia y, generalmente, con mucha demora, lo que impide un seguimiento de los procesos de endeudamiento por parte de la ciudadanía.

Hay que coordinar el endeudamiento provincial en un ámbito específico. La creación del Organismo Fiscal Federal previsto en la Constitución Nacional podría cumplir, entre otras funciones, este rol. Por otra parte, si bien la Ley de Responsabilidad Fiscal contenía normas comunes para controlar el endeudamiento, fueron suspendidas por leyes posteriores en la antesala de la crisis de 2009.

En una situación de lenta recuperación de la actividad económica y alto déficit fiscal como la actual, el restablecimiento de límites cuantitativos parecería no reunir el consenso político necesario. Pero, al menos, debería prohibirse usar deuda para financiar gastos corrientes, lo cual exige capacitar a los funcionarios provinciales para que gestionen su deuda pública y acordar que la publicación de la información fiscal se haga de igual forma en todo el país.

Políticas preventivas sobre consumo de alcohol por menores de 18 años en el Municipio de Quilmes.

La venta y el consumo de alcohol en menores de 18 años es una problemática multidimensional que cobra actualidad entre los desafíos que enfrenta el Estado, inmerso en una sociedad de consumo. Se combinan factores diversos que abarcan los daños generados por un consumo abusivo en una edad temprana, la falta de enforcement de la regulación y las exigencias que enfrentan los adolescentes, marcadas por la aceleración de los tiempos en la toma de decisiones y la conformación de su identidad. El consumo de alcohol trasciende el ámbito de la salud y abarca factores sociales, culturales, políticos y económicos. Para enfrentar esta problemática, se equiere
Este documento constituye un análisis preliminar a las intervenciones del Municipio de Quilmes que buscan abordar esta problemática, para reducir la venta y el consumo de alcohol en menores de 18 años. El objetivo de consiste en realizar aportes para el debate de una política integral en el marco del Consejo Local de Niñez y Adolescencia de Quilmes. La primera sección presenta un análisis de la situación social de los adolescentes en el municipio, respecto de la salud, la educación y las condiciones sociales y demográficas. En la segunda sección se presenta un análisis del marco normativo y programático provincial, que da cuenta de las intervenciones y leyes que influyen en el abordaje de esta problemática. En la tercera sección se describe el marco normativo municipal, dado por las ordenanzas que regulan la problemática. En la cuarta secci ón se presenta un relevamiento del marco conceptual y el enfoque desde el que parten las intervenciones del municipio y se reseñan los programas y las estrategias de prevención, asistencia y fiscalización impulsadas. Por último, en la quinta sección se especifican recomendaciones preliminares con la intención de disparar un debate sobre la materia entre los actores locales involucrados en la búsqueda de soluciones a la problemática.

Cómo promover un cambio en el régimen de licencias. Lecciones aprendidas de casos provinciales

La reconfiguración del actual esquema de licencias por maternidad, paternidad y familiares puede lograr tres objetivos que son clave para la Argentina: en primer lugar, contribuir a la efectiva conciliación entre la vida productiva y la reproductiva. En segundo lugar, mejorar el bienestar y el desarrollo de los niños recién nacidos. En tercer lugar, distribuir la carga de las tareas de cuidado y domésticas de una forma equitativa, allanando el camino para una plena inserción laboral de las mujeres. A la vez, promueven la construcción de la masculinidad desde una perspectiva que cuestiona los esquemas heteronormativos y que reproducen estereotipos de género vinculados a la imagen del varón proveedor y ajeno a la vida familiar.

CIPPEC propone avanzar en un esquema universal de licencias que promueva la coparentalidad en donde todos los padres y las madres compartan responsabilidades de cuidado. Hubo varios proyectos de ley en el Congreso Nacional que buscaron avanzar en la ampliación del régimen de licencias, pero no se logró aprobar ninguno.

En este contexto, este documento busca extraer lecciones de las provincias que lograron avanzar más que el gobierno federal en el establecimiento de regímenes más equitativos.

Santa Fe

En octubre de 2014, la legislatura provincial de la Provincia de Santa Fe sancionó la Ley 13.436, que estableció 180 días corridos de licencia por maternidad y 8 días por licencia por paternidad. La ley supuso una actualización de la normativa anterior que regía los esquemas de licencias, que al establecer 90 días para las madres incumplía el Convenio 183 sobre la Protección de la Maternidad de la OIT.

La cantidad de días asignados a padres y madres en la ley implicaban una lógica maternalista, pero un veto parcial del gobernador Antonio Bonfatti dejó el artículo que concede a los padres 8 días de licencia por nacimiento de hijo, y redujo a 105 los días de licencia por maternidad. Esta modificación redujo, como efecto colateral, la impronta maternalista de la ley, equiparando (hacia abajo, eso sí) la cantidad de días que el Estado dispone de licencias para padres y madres.

Mendoza

El 26 de junio de 2014 se realizó la reforma más importante en cuanto a licencias por paternidad. Se promulgó la Ley 8.678 que amplió el plazo de la licencia por maternidad a 15 días a partir del nacimiento del niño o entrega en caso de adopción. El caso mendocino es particularmente interesante porque se trató de una demanda popular canalizada a través de las instituciones públicas. Según reportan los medios provinciales, desde 2013 la ciudadanía se había movilizado juntando firmas para exigir la ampliación de las licencias.

Tierra del Fuego

En diciembre de 2012, se sancionó el Régimen de Licencia Prenatal y por Maternidad, Ley 911. El proyecto derogó la Ley 728, ratificando la licencia de 210 días pero estableciendo que los 180 días post parto pueden ser transferidos o compartidos con el cónyuge, conviviente o progenitor. En ese sentido, la ley representa un avance de punta en cuanto a una mayor equidad de género en condiciones laborales revalorizando el trabajo femenino pero también apuntando a familias homoparentales, ya que contiene una forma lingüística neutral. A su vez, la ley establece que las trabajadoras podrán gozar de 30 días corridos antes del parto, en este caso no transferible.

La Gobernadora Fabiana Ríos fue la que impulsó el proyecto, afirmando que el principal fundamento del proyecto era el de promover la justicia de género y la expresión normativa sobre familias que no se adecuen necesariamente a los estándares tradicionales.

Ciudad de Buenos Aires

En julio de 2018 el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que presentará cinco proyectos de ley a la Legislatura para extender  hasta 45 días de licencia por paternidad (de los 10 actuales) y que permitirán las licencias familiares de 120 días que podrán ser repartidos entre el padre y la madre. “Queremos que haya más días para cuidar a los hijos y que esa responsabilidad sea compartida dentro de la familia”, dijo en la presentación del proyecto el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Mapa diagnóstico de la evaluación en la Argentina

Este libro intenta desarrollar un primer mapa diagnóstico de la evaluación en la Argentina sobre un conjunto de factores orientados a dar cuenta de distintos aspectos del proceso evaluativo. Para detectar esos factores, se adoptó una estrategia cualitativa que rescata a los actores que intervienen en distintos aspectos de la evaluación a nivel estatal y provee insumos críticos para conocer: a) algunos aspectos conceptuales acerca de cómo se entiende a la evaluación; b) la normativa nacional y provincial vigente; c) la calidad del diseño de planes y programas para ser evaluados; d) algunas experiencias de evaluación reconocidas; e) la relación de la evaluación con la calidad de las políticas públicas, f) las oportunidades y desafíos que se presentan para fortalecer la mirada evaluativa y la cultura de evaluación en Argentina.

El rompecabezas del empleo público en Argentina: Quiénes hacen funcionar la maquinaria del Estado

Según estimaciones de CIPPEC, los trabajadores públicos representan cerca del 18% de ocupados de la Argentina. Casi 3,9 millones de personas. Así, el peso del empleo público supera el promedio observado en América Latina y se sitúa solo por debajo de Venezuela en la región, aunque por debajo de países desarrollados como Francia y Canadá, entre otros.

El 80% de los empleados públicos argentinos trabaja en las estructuras estatales de las provincias y municipios. En consecuencia, el sector público nacional explica apenas un tercio del empleo público total, como resultado de un largo proceso de descentralización de las funciones estatales comenzado en los años setenta y continuado luego a lo largo de los noventa.

La cantidad de empleados públicos creció entre el 2001 y el 2014 casi un 70%. El motor de esta expansión fue el empleo público provincial, que explica el 51% de este aumento, seguido por los gobiernos locales (32%), y finalmente, el gobierno nacional (17%). El crecimiento del empleo público en las provincias y municipios tiene su correlato en las cuentas públicas, donde los salarios explican en promedio la mitad del gasto público.

La administración pública, la seguridad y la educación explican la mayor parte de la creación de empleos públicos de los últimos cuatro años. Solo un tercio de los empleados públicos realizan tareas administrativas.

¿Es el tamaño del Estado argentino grande o chico? Dado que una mayor presencia de trabajadores en el sector público no se traduce automáticamente en mayores capacidades estatales, es importante examinar la calidad de los recursos humanos y las modalidades de reclutamiento y ascenso de los trabajadores estatales, especialmente cuando estos parámetros no responden estrictamente a criterios de mérito y profesionalismo