Publicado el 4 de junio de 2025
En todo el mundo, miles de millones de personas se enfrentan a una epidemia de calor urbano. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, 2024 fue el año más caluroso registrado, y nuestro país no escapó a esta tendencia: Argentina encabezó el ranking regional de anomalías térmicas, con un aumento promedio cercano a 1°C respecto al periodo 1991–2020. En particular, la ciudad de Córdoba fue la más afectada de la región, registrando un incremento de 1,2°C y 22 días de calor extremo.
En este contexto, las olas de calor —cada vez más frecuentes, intensas y prolongadas— se consolidan como el evento climático extremo más letal. Son responsables de muertes silenciosas, capaces de desencadenar emergencias sanitarias y colapsar servicios esenciales, especialmente cuando coinciden con interrupciones eléctricas o deficiencias en la infraestructura urbana.
El calor no afecta a todas las personas por igual. Sus impactos son más severos en niñas y niños, personas mayores, quienes padecen enfermedades crónicas, trabajadores expuestos al aire libre y habitantes de barrios vulnerables. En estos grupos, la exposición prolongada al calor puede agravar afecciones respiratorias, cardiovasculares, mentales y metabólicas, además de aumentar el riesgo de accidentes y enfermedades infecciosas. Por ejemplo, entre los períodos 2000–2004 y 2017–2021, la mortalidad asociada al calor en personas mayores de 65 años creció aproximadamente un 85%, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, las ciudades argentinas deben planificar incorporando no solo proyecciones climáticas, sino también datos demográficos. Como señala un artículo de CIPPEC sobre los datos del Censo 2022, la proporción de personas mayores en el país continuará creciendo en los próximos años. Ante este panorama, resulta fundamental avanzar en políticas públicas urbanas que fortalezcan la resiliencia climática de los grupos más vulnerables.
En este marco, el proyecto de CIPPEC “Impacto de las Olas de Calor en la Salud de los Adultos Mayores en Ciudades de Argentina” fue seleccionado en una convocatoria de Wellcome Trust, que busca visibilizar los impactos del cambio climático en la salud de las poblaciones para impulsar soluciones de política pública. Esta iniciativa, implementada en alianza con el Laboratorio Interdisciplinario para el Estudio del Clima y la Salud (LIECS), buscará generar evidencia y fortalecer las capacidades estatales y comunitarias frente a las olas de calor en contextos urbanos.
Para esto, se analizará el impacto de las olas de calor en la mortalidad de adultos mayores en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán. Asimismo, se relevarán las percepciones de riesgo y preparación frente al calor en esas ciudades. A partir de estos resultados, vamos a trabajar con los gobiernos locales y diferentes actores de la sociedad civil en la elaboración de recomendaciones de política pública y planes de acción contra el calor.
Al integrar investigación, formación y acompañamiento a los actores locales, la iniciativa contribuye al diseño de políticas públicas más justas, inclusivas y adaptadas a un escenario urbano cada vez más exigente en términos de resiliencia y cuidado de las poblaciones más vulnerables.