Mes de la lactancia: CIPPEC resalta la necesidad de asegurar condiciones adecuadas para que todas las madres puedan amamantar   

Publicado el 1 de agosto de 2025

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia, desde CIPPEC resaltamos la necesidad de asegurar condiciones adecuadas para que todas las madres puedan amamantar. La lactancia materna salva vidas, promueve el desarrollo cognitivo y mejora la salud de madres e hijos/as. Sin embargo, Argentina aún enfrenta múltiples obstáculos en la materia: desigualdades laborales, falta de políticas de corresponsabilidad en el cuidado y barreras sociales impiden sostener la lactancia en el tiempo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Según la última Encuesta Nacional de Lactancia Materna (2022), nueve de cada diez bebés de 0 a 6 meses reciben lactancia, pero solo el 53% lo hace de manera exclusiva. La prevalencia disminuye con el paso de los meses: 54% a los dos meses, 50% a los cuatro y 45% a los seis. 

Si bien estas cifras muestran una mejora respecto a 2015 y ubican al país por encima del promedio regional (37% en América Latina y el Caribe, según UNICEF 2021), persisten desafíos para garantizar la continuidad de la lactancia más allá de los primeros meses de vida, especialmente ante la presión de las responsabilidades laborales y la falta de apoyo social. 

Licencias desiguales y el impacto en la lactancia 

El sostenimiento de la lactancia depende en gran medida de las licencias laborales. En el sector privado registrado, las mujeres cuentan con 90 días de licencia por maternidad, mientras que en el sector público la licencia varía entre 90 y 180 días según la provincia. 

El problema más crítico recae sobre las trabajadoras informales, monotributistas y autónomas, que representan cerca del 40% de la fuerza laboral femenina (EPH, Segundo semestre de 2024) y quedan completamente fuera de este derecho. Esta desigualdad crea madres de “primera” y “segunda categoría”, lo que impacta directamente en la duración de la lactancia exclusiva. 

Corresponsabilidad 

Desde CIPPEC consideramos que la corresponsabilidad familiar es clave para sostener la lactancia. Actualmente, la Ley de Contrato de Trabajo otorga solo dos días de licencia por nacimiento para los padres que se emplean en el sector registrado, una de las más cortas de América Latina. 

Esta brecha refuerza los estereotipos de género y sobrecarga a las mujeres. Diversos estudios muestran que cuando los varones o cuidadores no gestantes tienen licencias más largas generan un entorno más favorable para que la lactancia arranque, se mantenga y no se interrumpa por agotamiento o falta de apoyo.  

El regreso al trabajo y la falta de apoyos 

El regreso al trabajo es la principal causa de abandono de la lactancia en Argentina. Un informe de UNICEF y CESNI 2024 indica que el 28% de las madres deja de amamantar al reincorporarse al trabajo, cifra que asciende al 40% entre empleadas formales y al 31% entre autónomas. 

Sin licencias, horarios protegidos ni espacios para amamantar o extraer leche, muchas mujeres deben interrumpirla antes de lo recomendado.
Aún queda mucho por recorrer. Según la Encuesta de Indicadores Laborales 2023, solo el 10% de las empresas argentinas cuenta con salas de lactancia, mientras que menos de la mitad ofrece horarios flexibles o modalidades de teletrabajo. 

Barreras invisibles: el peso del entorno social 

Además de estos obstáculos, muchas madres enfrentan barreras invisibles y menos reconocidas: dolor físico (como grietas, mastitis o perlas de leche), impacto emocional (ansiedad, tristeza, depresión posparto), percepción errónea de “poca leche” o de “mala calidad”, presiones familiares y barreras dentro del sistema de salud. A su vez, persiste un alto desconocimiento de los derechos laborales vinculados a la crianza: licencias por enfermedad de hijos, reducciones horarias por lactancia, reintegros por gastos de guardería, entre otros.  

En definitiva, lactancia materna no puede sostenerse sin un entorno que acompañe. Para lograrlo, es necesario: 

  • Ampliar las licencias de maternidad y paternidad, asegurando cobertura para trabajadoras autónomas e informales. 
  • Promover la corresponsabilidad familiar a través de licencias equitativas y apoyo en los primeros meses. 
  • Garantizar condiciones para mantener la lactancia en el espacio laboral. 
  • Ofrecer acompañamiento profesional y campañas de información para derribar mitos y sostener la lactancia en comunidad. 

Estas medidas no solo favorecen la salud materno-infantil, sino que también contribuyen a la equidad de género, la reducción de desigualdades y el desarrollo social. 

 

Sumate a la conversación 

La lactancia materna es un derecho de los niños, un beneficio para la salud pública y un compromiso colectivo. Su éxito no puede depender solo de la voluntad de las madres: necesita del apoyo del Estado, las empresas y la sociedad. 

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