Transporte Urbano en la Era de la Economía Colaborativa. Ciudades Colaborativas


Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y en América Latina -la segunda región más urbanizada del planeta -, la cifra llega al 80%. Esta tendencia se acentuó en las últimas tres décadas y se estima que continuará debido al crecimiento poblacional y la búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades de trabajo.

Este ritmo acelerado de urbanización crea enormes desafíos sociales y económicos que ponen en peligro la sostenibilidad económica y ambiental de las ciudades. El desarrollo de nuevas  tecnologías que mejoren la gestión de las áreas metropolitanas y la calidad de vida de sus residentes es clave para mitigarlos.

En un mundo conectado digitalmente, los ciudadanos tienen la capacidad de participar en el desarrollo del espacio urbano y de cambiar así la forma en que este se entiende y planifica. Según los principios clave de la economía colaborativa -intercambio y colaboración-, una ciudad colaborativa conecta a los ciudadanos con el proceso de toma de decisiones en asuntos públicos, protege el derecho a contribuir y compartir, facilita el intercambio de aprendizaje y transferencia de habilidades, y a su vez promueve una visión colectiva de la ciudad. Al avanzar hacia políticas públicas innovadoras que incorporan a los ciudadanos como impulsores y protagonistas del cambio en sus comunidades, las ciudades colaborativas reducen la clásica brecha entre los ciudadanos y el gobierno.

Hoy, las ciudades colaborativas establecen iniciativas públicas y privadas que otorgan más poder a los ciudadanos. Así, buscan reducir las desigualdades sociales, mejorar la calidad de vida y promover una visión holística de las redes urbanas para abordar los problemas relacionados con el cambio climático y la desigualdad socioespacial. Estas interacciones no solo promueven modelos comerciales basados en el intercambio, sino que también aprovechan el poder de la inteligencia colectiva y la colaboración para encontrar soluciones a los desafíos de la urbanización acelerada.

En particular, la economía colaborativa cambia el por qué y el cómo se mueven las personas: tiende a optimizar los costos de transporte individual, mejora la movilidad urbana y reduce la contaminación ambiental, entre otros impactos positivos. Mientras que los impactos de este fenómeno vienen siendo estudiados en diversas urbes alrededor del mundo, la investigación de los procesos urbanos relacionados a la emergencia de plataformas digitales de transporte en el Sur Global es aún incipiente.

Si las economías colaborativas van a mejorar la forma en que se planifican y gestionan las ciudades en América Latina, entonces aún quedan algunas cuestiones urgentes por resolver. ¿Qué papel deberían tener las políticas públicas? ¿Qué tipo de impactos tienen las plataformas digitales en el desarrollo urbano? ¿Cómo se puede desarrollar un modelo para una economía colaborativa que beneficie a los sectores más vulnerables de la población? ¿Cómo puede la sociedad aprovechar las oportunidades que presentan estos modelos y a la vez mitigar sus efectos no deseados?

Este documento incluye una revisión de cuatro casos internacionales – El Cairo, San Pablo, Cali y Nueva Delhi- para estudiar la relación entre las ciudades y las economías colaborativas, en particular, las plataformas digitales ligadas al transporte.

El estudio de estos casos aporta información relevante sobre la situación de los trabajadores de las plataformas, las tensiones y los desafíos en el campo de la regulación y el diseño de los sistemas de transporte en las ciudades. Sobre todo, plantea un camino de investigación aplicada que es preciso seguir profundizando: más allá del abordaje sectorial de los diversos frentes problemáticos que han desatado la proliferación de estas plataformas digitales en muy poco tiempo, es urgente e insoslayable pensar cómo nuevas formas de transporte urbano se insertan en una mirada holística de la movilidad en las ciudades. ¿Qué articulaciones pueden realizar los gobiernos con el sector privado de manera de generar una mejor oferta de transporte público? ¿En qué medida muchas de las soluciones hoy ofrecidas por distintas empresas pueden ser desarrolladas desde el sector público? ¿Cuáles son los enfoques que debe tener en cuenta una normativa adecuada para regular el transporte urbano?

Estudiar en profundidad cómo la tecnología y las plataformas digitales están evolucionando en estas áreas urbanas contribuye a abordar los desafíos clave relacionados con la desigualdad, el cambio climático y la gobernanza metropolitana.

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