Publicado el 14 de agosto de 2025
El Inglés es una competencia clave para desenvolverse en el mundo actual. Conocer el idioma, leer, expresarse y comunicarse es una puerta de entrada al ejercicio de una ciudadanía global y a mayores oportunidades en el mercado de trabajo. Saber Inglés es un aporte al desarrollo cognitivo, social y profesional de las personas. Hoy en Argentina no existe una normativa de alcance federal que garantice la obligatoriedad del Inglés en todo el país, en tanto la Ley de Educación Nacional N° 26.206 indica la enseñanza de un “idioma extranjero”, sin priorizar uno de ellos. De todos modos, el Inglés se posiciona como la lengua adicional más popular.
En Argentina, la enseñanza del Inglés está extendida en el nivel secundario donde, según los últimos datos que hay disponibles (Relevamiento Anual, 2023), el 84% de los estudiantes acceden al idioma, mientras que en primaria, la cifra es del 54% y se observan importantes desigualdades entre las provincias y, a nivel agregado, por sector de gestión. La tasa de acceso a la enseñanza del Inglés de los estudiantes de escuelas primarias de gestión privada es del 74%, cifra que supera ampliamente al 46% que registran los estudiantes que asisten a escuelas de gestión estatal. En términos de evolución de la cobertura, en la última década se verifica un aumento de 7 puntos porcentuales en primaria y de 6 en secundaria.
Caracterizar el plantel docente de Inglés, esto es, conocer cuántos docentes hay en la actualidad, reconstruir sus recorridos formativos, así como saber qué opciones tienen quienes aspiran a ser docentes de Inglés son aspectos clave para completar el panorama sobre la enseñanza del idioma a nivel nacional. Existen, sin embargo, serias limitaciones en la disponibilidad y acceso a este tipo de información en nuestro país, lo que impide realizar este ejercicio a nivel agregado. Apenas podemos dar cuenta que hay 244 institutos de formación docente y universidades que tienen profesorados de inglés en la Argentina.
Más allá de los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) establecidos en un acuerdo federal de 2012, no hay una política nacional orientada a la enseñanza del Inglés. Esto deja en manos de las jurisdicciones la decisión sobre su obligatoriedad, el grado/año de inicio de su enseñanza, la cantidad de horas, el enfoque pedagógico, entre otros aspectos. La revisión exhaustiva de los diseños curriculares del nivel primario y secundario revela una heterogeneidad entre las provincias con una diversidad marcada de configuraciones en relación a las dimensiones de análisis. Algunas jurisdicciones establecen el Inglés como obligatorio desde el primer grado, mientras que otras lo consideran optativo o extracurricular. En secundaria, la obligatoriedad también es diversa, con diferencias en la continuidad y progresión del aprendizaje. La carga horaria oscila entre 1 y 3 horas semanales, y los enfoques pedagógicos más utilizados son el comunicativo y el aprendizaje basado en tareas. Un desafío clave es la falta de alineación con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), lo que limita la posibilidad de establecer estándares de competencia unificados.
Para indagar con mayor profundidad en la problemática del Inglés en Argentina, es preciso realizar un análisis a nivel de las provincias. Por lo tanto, esta investigación avanzó en un trabajo de campo en Córdoba, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Jujuy que incluyó el análisis de datos cuantitativos y entrevistas y grupos focales con autoridades jurisdiccionales, referentes en la enseñanza del idioma y docentes de Inglés de nivel primario y secundario. Los desafíos comunes que emergieron se relacionan con los déficit de base de alfabetización en la lengua materna que dificultan el aprendizaje de una lengua extranjera; la débil articulación entre niveles y la diversidad de recorridos formativos disponibles en primaria que redundan en estudiantes que llegan con niveles bien distintos de Inglés a la secundaria; las dificultades para la cobertura de cargos y, en algunos casos, la ausencia de formación pedagógica en los docentes idóneos; la demanda de un mayor apoyo y acompañamiento por parte de los docentes a través de estrategias de formación continua, curaduría y entrega de materiales didácticos; la necesidad de fortalecer los dispositivos de monitoreo y evaluación de las políticas y de los aprendizajes.
Al mismo tiempo, el análisis en las tres provincias permitió identificar fortalezas y experiencias positivas la enseñanza del Inglés. Allí se destacan la existencia de un área especializada en la órbita de los ministerios de educación jurisdiccionales en tanto estructura de apoyo y promoción; una utilización virtuosa de los recursos digitales por parte de los docentes de área; la definición de metas de logro y el alineamiento a estándares internacionales como herramienta de orientación para docentes y autoridades; la identidad que reúne a los docentes de Inglés y la conformación de comunidades de aprendizaje como un activo para potenciar estrategias de política.
Hoy la enseñanza del Inglés está presente en la agenda de la Secretaria de Educación de la Nación, lo cual representa una oportunidad para promover la discusión a nivel federal. En ese sentido, este documento avanza en recomendaciones de política pública en distintas dimensiones. En términos de
gobernanza y capacidades estatales, se alienta la conformación de áreas especializadas en los ministerios provinciales y en el Estado Nacional, la interacción sostenida con otras áreas de gobierno, el intercambio a nivel federal, el fortalecimiento de los sistemas de información, orientado fundamentalmente a la caracterización del perfil docente y la conformación de espacios virtuosos de encuentro con el sector productivo, la academia y la cooperación internacional. En relación al plantel docente, se promueve una planificación estratégica de la dotación apoyada en estudios de la demanda actual y proyectada de docentes en el sistema educativo, la definición de incentivos para la elección y graduación de la carrera y la creación de programas de formación docentes accesibles y de calidad a través de distintos formatos en regiones con mayor déficit de profesores de Inglés. En términos del trabajo docente, se sugiere concentrar el trabajo docente en jornadas e instituciones específicas, ofrecer mejores condiciones contractuales y alternativas de aprendizaje más pertinentes.
En lo que refiere al currículum, se propone producir o actualizar los diseños curriculares específicos de la enseñanza del Inglés, definir estándares claros por año escolar, acordes a los marcos internacionales y asegurar la alineación entre los contenidos y estándares del currículum escolar y el de la formación docente inicial y continua. Finalmente, en relación a los procesos de enseñanza y aprendizaje, se recomienda desarrollar una evaluación sistémica de los aprendizajes, indagar con mayor profundidad sobre las prácticas de enseñanza del Inglés en las escuelas, propiciar la continuidad y progresión de los aprendizajes, garantizar materiales necesarios (libros de texto, recursos digitales, equipamiento, guías de orientación) e intensificar la enseñanza del Inglés en la escuela secundaria.