Cuando se conocieron los primeros datos de las PASO en la provincia de Buenos Aires, la lista de Cambiemos aventajaba a la de Unidad Ciudadana por 6 puntos porcentuales. Con el transcurso de las horas esa diferencia se redujo y al día siguiente el conteo provisorio terminó con un empate técnico. Finalmente, cuando la justicia contó todas las urnas, Fernández resultó la precandidata más votada con una diferencia de 20 mil votos sobre 9,5 millones de bonaerenses que fueron a votar. Por primera vez el resultado definitivo de una elección nacional resultó distinto a la tendencia marcada por el recuento provisorio.
Estos hechos hicieron resurgir los cuestionamientos respecto de la integridad de los comicios, la distribución de funciones administrativas que pone al conteo provisorio en manos del Poder Ejecutivo y la posibilidad de que el oficialismo lo manipule en su beneficio.
Para contribuir a la discusión pública, política y técnica sobre la integridad de las elecciones en Argentina, este documento analiza sistemáticamente los resultados provisorios de las PASO y la EPAOS del 13 de agosto de 2017 en la provincia de Buenos Aires en busca de indicios de manipulación, fraude o defectos de administración. También, analizamos la precisión del conteo provisorio y los tiempos en que se cargaron las mesas.
Entre los principales hallazgos se destacan: 1) No se observan irregularidades ni problemas graves de administración; 2) Las anomalías afectan pocas mesas y circuitos, fueron algo más frecuentes en la competencia provincial y local y no tienen sesgo partidario. 3) El recuento provisorio fue exhaustivo y preciso. La diferencia que definió el resultado se produjo en las mesas no computadas. 4) Los telegramas de las mesas en que Unidad Ciudadana obtuvo más votos se recibieron en promedio 20 minutos más tarde que las que favorecieron a Cambiemos. Ésta diferencia no parece intencional, se explica por la distancia desde las escuelas hasta los lugares donde se digitalizan y se transmiten los telegramas (CTDs), la cantidad de mesa habilitadas en la escuela, la cantidad de partidos nacionales relevantes en la mesa y de listas locales que compitieron, la cantidad de votos positivos, electores y votos nulos, y el nivel de educación del electorado en el circuito.
También hacemos recomendaciones: 1. Revisar la logística o reemplazar el sistema de repliegue para mitigar el sesgo en la recepción de las mesas, 2. Reforzar el reclutamiento, la capacitación y el despliegue de delegados donde hubo mayor concentración de mesas no informadas, con errores insalvables o que demoraron en transmitirse, 3. Prever responsables y plazos para la generación, presentación y uso de la información que se genera durante la elección para retroalimentar la administración electoral y facilitar el control público y social de las elecciones.
Este trabajo continúa una serie iniciada con la elección general de 2015 en la misma provincia (Page, Antenucci y Leiras, 2016). Las técnicas utilizadas son herramientas de auditoría contable para la detección de fraudes y fueron adaptadas para estudiar los microdatos de la elección primaria.