Índice de Transparencia de Empresas de Propiedad Estatal. Edición 2021.


Publicado en abril de 2022

El sector público empresario a nivel nacional está integrado por 34 empresas y grupos de empresas de propiedad estatal (EPE), dentro de sectores económicos diversos y de formas jurídicas diferentes. En 2020, estas empresas generaron $479.410 millones y recibieron transferencias del Estado por $295.632 millones, lo que representa un 1,74% y un 1,08% del PBI, respectivamente. 

Dado su nivel de participación alto en sectores clave para el desarrollo económico y social, una buena gobernanza de las EPE resulta fundamental. Una condición necesaria para promoverla es fortalecer sus mecanismos de rendición de cuentas, ya que permiten mejorar el control democrático, la integridad, el desempeño y la legitimidad. Entre estos mecanismos, las prácticas de transparencia y el reporte público de información tienen un rol central. 

Por eso, CIPPEC elaboró la primera edición del Índice de Transparencia de Empresas de Propiedad Estatal (ITEPE), una herramienta que mide el desempeño en transparencia activa sobre la calidad y oportunidad de la información que ellas publican. El ITEPE posee una escala de 0 a 100 y comprende 25 indicadores organizados en seis dimensiones: 1) Gobierno; 2) Acceso a la información e integridad; 3) Estructura y organización; 4) Gestión estratégica y operativa; 5) Gestión económica y financiera; 6) Compras y contrataciones. 

El ITEPE se basa en los elementos de Transparencia Activa que exige la Ley 27.275 de Acceso a la Información Pública (LAIP), promulgada en 2016, y los Lineamientos de Buen Gobierno de Empresas con Participación Estatal Mayoritaria (DA 85/18), publicados en 2018. 

Entre los principales hallazgos generales del trabajo se observa: 

  1. Si bien se encuentran excepciones entre las EPE, el nivel general de desempeño en transparencia activa es bajo. El promedio del ITEPE es de 42,5 puntos sobre 100. Dado que el índice se basa en el marco normativo vigente, el sector de las EPE tiene aún un largo camino por recorrer para alcanzar estándares aceptables de cumplimiento de sus obligaciones en materia de transparencia y divulgación.   
  2. Un segmento de EPE presenta un nivel de desempeño alto en materia de transparencia activa, y se observan prácticas puntuales destacadas en relación a algunos elementos de información.      
  3. El nivel de desempeño en transparencia activa de cada EPE parece estar dado por la voluntad política de sus autoridades: no se encontraron correlaciones significativas entre nivel de desempeño en transparencia activa y aspectos como el sector económico al que pertenecen, el rango de ingresos que generan, el volumen de transferencias del Estado que reciben, el año de creación o la jurisdicción bajo la cual se encuentran. 
  4. El mejor desempeño relativo de divulgación proactiva se verifica en la información sobre compras y contrataciones (51,3), estructura y organización (49,9) y gestión estratégica y operativa (46,0). En menor medida, es posible encontrar información de calidad y actualizada sobre gobierno (40,8) y acceso a la información e integridad (38,1).  El nivel más bajo de transparencia activa se observa en la información sobre desempeño económico y financiero (30,8). 

 

Puntaje promedio del ITEPE y sus seis dimensiones (2021) 

Fuente: elaboración propia.

 

A su vez, estos son algunos hallazgos específicos vinculados a los indicadores dentro de las dimensiones: 

  • En poco menos de la mitad de las EPE no se identifica el organismo propietario, que es quien designa sus autoridades y supervisa su desempeño.   
  • Existen EPE que no publican quiénes integran su directorio (una de cada cinco). Por otra parte, es baja la proporción de EPE (una de cada tres) que publica los antecedentes educativos y profesionales de sus directorios y permiten así el escrutinio de su idoneidad.  
  • Poco menos de la mitad (44%) no indica los procedimientos para realizar solicitudes de acceso a la información y sólo una proporción menor (una de cada cuatro) cumplen con lo estipulado por la LAIP, publicando no sólo el procedimiento, sino también orientación sobre plazos y vías de reclamo.   
  • Poco más de la mitad (59%) publican su código de ética. Una proporción menor (dos de cada cinco) publican además las políticas o programas de integridad. Esta situación se replica en materia de género: 59% publica sus principios, y dos de cada cinco publican además sus políticas o programas.   
  • Una extensa mayoría no publica proactivamente las declaraciones juradas patrimoniales integrales de su directorio, tal como solicita la LAIP: sólo dos de las 34 empresas las publica y actualiza.   
  • En la mayoría de ellas (tres de cada cinco) no es posible encontrar la nómina de personal. En la mitad de los casos en que sí, está actualizada y se identifican además los cargos, y en la otra mitad, la información es parcial.   
  • Una proporción alta (tres de cada cuatro) publica la visión o misión, que explica la estrategia de la empresa. En menor proporción (55%) publican además los objetivos o ejes de gestión   
  • Una proporción baja (una de cada cuatro) publica informes de gestión o memorias actualizadas. El resto no publica información acerca de las acciones y proyectos desarrollados en el último período de gestión.  
  • Es baja la proporción (una de cada seis) que publica el presupuesto vigente desagregado en sus principales rubros, tal como solicita la LAIP y se observa una situación similar respecto de la ejecución presupuestaria. Una proporción mayor (dos de cada cinco) publica información actualizada sobre las transferencias que recibe del Estado, con apertura de gastos corrientes y capital. 
  • Una proporción baja (una de cada cuatro) publica estados contables actualizados, mientras que poco más de la mitad (56%) no publica ningún tipo de información. 
  • Un segmento minoritario (29%) publica información detallada y actualizada de sus compras y contrataciones, mientras que poco más de la mitad (53%) publica información parcial y un 18% no publica información. Es posible encontrar compras y contrataciones abiertas en una proporción significativa (dos de cada tres).  

Teniendo en cuenta que la introducción de un marco de transparencia activa es relativamente reciente en el país –en comparación con otras experiencias de la región– y los desafíos particulares que enfrentan las EPE en materia de información sensible, el aprendizaje entre pares y el análisis de mejores prácticas pueden ser una buena alternativa para contribuir a acelerar el proceso de cumplimiento de las disposiciones normativas en materia de divulgación proactiva de información.  

En línea con lo anterior, el ITEPE aspira a ser un instrumento para guiar y facilitar la implementación de mejoras en la divulgación proactiva de información de las EPE, a través del diseño de parámetros para medir la calidad y actualización de la información y la recopilación de prácticas destacadas. 

 

Presentación de los resultados del ITEPE

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